domingo, 4 de julio de 2010

DE DUDAS E IMPOSIBLES


Dejó sus terrores hundidos como semilla muerta en Su ajena y lejana tierra.


Rompió el pacto con si mismo de no volver a buscar los escondidos paraísos.


Borró uno de sus nombres para aplacar Sus furias y Sus celos, inútilmente.


Alcanzó a tocar su imagen, oír su voz, a encender los fuegos nocturnos del deseo.


Esos pocos días se deshacían en arena o cenizas durante las noches a trastiempo.


Se sacó algunas de sus mascaras y habló en la verdad mas secreta de su oscuro laberinto.


Sé rindió solemne a la evidencia equivoca de que sus ojos y su boca existían.


Habitaban en horas, tardes y días distintos, pero en las noches coincidían en los sueños.


De pronto la realidad inundó con su opacidad la dulce tentación y su hechizo.


Aun quemándose en Sus palabras entendió que el final era obvio, aunque parecía imposible.


Vencido, se dejó llevar por Sus mareas hasta los tristes roqueríos del desamparo.


Urdieron una trama, la vivieron y dolieron, saben que no les será fácil el olvido.




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